¿Es la vida un juego? A lo largo de la historia, en muchas ocasiones se ha considerado a la vida como un juego. Hoy en día, acostumbrados a los juegos de rol y a los videojuegos, claramente nos podemos dar cuenta de que la similitud es más que obvia.
Venimos a este mundo con un perfil físico, psicológico, social y económico muy específico, que nos aporta ventajas y perjuicios ante la vida, la cual, en esencia, es una carrera de obstáculos llena de desafíos.
El objetivo de este perfil concreto es generar una enseñanza particular en cada uno de nosotros. Por tal motivo, también se dice que la vida es una escuela.
Es un juego al que no podemos negarnos a jugar porque, como ya hemos visto en artículos anteriores, la fuerza de la Naturaleza nos presionará a continuar jugándolo. Además, llegamos a este mundo desprovistos de recuerdos, lo cual impide que sepamos de nuestro verdadero origen.
META: La meta del juego es amar incondicionalmente y universalmente. Esto significa amarlo todo en la vida y sin condiciones, tanto lo bueno como lo malo, amar todos los momentos y amar todos los seres. Es el amor por todo lo existente.
RECOMPENSA: La recompensa es la felicidad, convertirnos en dioses o diosas de nuestra virtud. La palabra «dios» tiene la misma raíz etimológica que la palabra «día» y hace referencia a “brillar”, es decir, a tener luz. En ciertos contextos, un dios o una diosa es una persona que ha alcanzado un nivel de conciencia tal que metafóricamente brilla por su lucidez y destaca en algún campo por su conocimiento y destreza. De esta manera, dicha persona puede ser un dios o diosa de la música, de la pintura, de la poesía, de alguna rama de la ciencia, de algún servicio a los demás o de algún oficio, etc. A estas personas también se les dice que están iluminadas.
PENALIZACIÓN: La penalización es el sufrimiento. Cuando nos alejamos de la meta surge el sufrimiento en nuestra vida para forzarnos a cambiar de rumbo. Este sufrimiento se irá incrementando paulatinamente mientras no realicemos el cambio necesario, presionándonos cada vez más hasta que logremos hacerlo.
REGLAS: Las reglas del juego de la vida son las siguientes:
- Libre Albedrío: Los jugadores tienen libertad para actuar, independientemente de las consecuencias de sus actos.
- Virtud y Rol: Cada jugador posee una virtud que le facilita desarrollar un rol específico asignado, cuyo objetivo es ayudar al Mundo de una determinada manera, siendo esto lo que se conoce como vocación.
- Bien Común: Esta ayuda debe realizarse por el bien común y no por egoísmos, ya sean propios o de las personas a las que se está ayudando.
- Limitaciones: Para dificultar el juego y hacerlo más complejo, el jugador posee limitaciones físicas, psicológicas, sociales y económicas, que le causarán miedos y problemas de toda índole. Estas limitaciones confundirán al jugador y le harán equivocarse, obstaculizando tanto a él mismo como a los demás jugadores. Sin embargo, estas barreras también promoverán el desarrollo de las virtudes de los jugadores, ya sea como resultado de la superación de sus propias limitaciones o como consecuencia de ayudar en las limitaciones de otros. Las limitaciones son las que dan forma a las personas, definiendo su perfil. Por tanto, el papel de las limitaciones es fundamental en el rol de cada persona, pues determina todo en su vida, incluida la personalidad de esta.
- Eventos Inesperados: También se producirán eventos indeseados e inesperados para poner a prueba a los jugadores. Estos eventos pueden variar desde desastres naturales (terremotos, inundaciones, huracanes… ) hasta problemas particulares, incluyendo todo tipo de situaciones traumáticas (enfermedades, accidentes, fallecimientos de allegados, crisis económicas, guerras… ).
- Premios: Cuando un jugador realiza su rol por el bien del Mundo, es premiado con felicidad y recibe la abundancia y el favor necesarios para continuar con su propósito.
- Correctivos: Si un jugador actúa por egoísmos (normalmente por miedos) o no dedica su vida al propósito de su rol, sufrirá y recibirá cosas indeseables (problemas) para forzarlo a recapacitar y cambiar su actitud.
Estas son a grandes rasgos las reglas del juego. Como podemos ver, posee una enorme complejidad, especialmente considerando las interacciones entre los diferentes jugadores. De ahí que la vida nos parezca tan difícil e inesperada, pero a la vez apasionante, aventurera y llena de sorpresas.
No olvidemos que todo está organizado para que cada jugador se ilustre en lo que ha venido a aprender.
Si te encuentras enfrentando dificultades, recuerda que buscar ayuda profesional es un paso importante. Hablar con un terapeuta o un consejero puede proporcionar el apoyo necesario para superar momentos difíciles. Además, es esencial ser paciente contigo mismo y avanzar a tu propio ritmo. La vida, con sus altos y bajos, es un viaje de aprendizaje constante.